lunes, 27 de junio de 2011

Cursilerías y demás

Quizás nunca debiste volver hacia atrás
esa mañana
que te pedí
que me mintieras
Dime que he sido lo mejor que te he pasado
lo siento tanto por ti, por él
y por estos dedos
que extrañan
tus muslos
aquella tarde de teatro,
en la que no sabía que obra veíamos,
que me preguntaste
porque quería ser poeta
te contesté
con dos te quieros
puestos en escena
y te ofrecí mi mejor plan:
andar de la mano
por la tranvía del Metropolitano
bajo un sábado
que se enamoró
hasta de tus pequitas color marrón

Quizás nunca debiste volver hacia mí
¿Qué pasa por tu cabeza, loquito?
-solías preguntarme
Preferirías no saberlo
A veces pienso que no deberían existir
los "a veces"
A veces sí
A veces no
A veces siempre
Y esto me resulta confuso,
como vivir,
que pienso estar enfermo
hace ya mucho tiempo
Y pienso que todo es culpa mía
o que soy un idiota
por haber querido ser
la última frase de tus noches
y por no haberte comido salvajemente
desde el primer día

Y te confieso, pecosa mía,
la felicidad no se asemejó nunca a ti
pero mientras pasan los años,
y este perro en silencio va muriendo,
el verbo extrañarte
va tomando sentido en este lado de la orilla

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